1er domingo adviento ciclo A

1er SÁBADO DE ADVIENTO: Is 30,19-21.23-26 “El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres y el pan que producirá la tierra será abundante y sustancioso”

Me prometes, Señor, ver tu obra en mí y a mi alrededor; los frutos de tu gracia no tardarán en mostrarse, pero para ello debo confiar en ti y dejar en tus manos cualquier sufrimiento que pueda existir en mi vida, escuchando tu voz que suavemente me guiará por el verdadero camino de la salvación. No es fácil, ciertamente. Pero la recompensa de la fidelidad a tu Palabra es inmensa: lo imposible se hará vida y tú mismo vendarás las heridas de tu pueblo y sanarás sus llagas.

Por esto, debo ser consciente de esas dificultades que están en mí, para ofrecértelas a ti y dejar que tú seas el médico de mi vida. Como quien sufre en el tiempo de espera para dar a luz, así es la vida de quien desea gestar el Reino de Dios. Mi esfuerzo no será en vano, aunque así parezca, si está orientado a hacer tu voluntad; los frutos sé que serán sustanciosos y abundantes, aunque no comprenda las exigencias de tu fidelidad. Por eso, hoy quiero volver a cerrar los ojos y a confiar en que tú harás fructíferos todos mis esfuerzos por construir un mundo mejor, de justicia y paz.

¿Cuáles son los dolores que surgen en mí al luchar por construir el Reino de Dios? ¿Cuáles son los frutos que Dios mismo va haciendo surgir de mi trabajo por él? ¿Cuáles son los signos de mi fidelidad y los de la sanación que Dios me regala?

¡Dame, Señor, fuerzas para esperar los frutos de tu Reino que ya viene!

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Néstor

Néstor Alberto Briceño Lugo nace en Caracas el 19 de septiembre de 1966. Luego de terminar sus estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad Simón Bolivar, ingresa en la Sociedad del Divino Salvador, donde recibe la ordenación sacerdotal el 24 de junio de 1998. Desde su adolescencia ha participado en grupos y actividades juveniles, desarrollando diversas labores para estar al servicio de los jóvenes en distintos ámbitos. Actualmente desempeña el rol de Asesor de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Ciudad Guayana y es miembro activo del Equipo del Movimiento Juvenil Gaviota. También ha trabajado durante muchos años en la pastoral vocacional de su Congregación. Su curiosidad y la búsqueda de nutrir su ministerio con diversos conocimientos le han llevado a profundizar sus estudios con las maestrías en Procesos de Aprendizaje, Teología Espiritual y eLearning. En estos momentos está terminando su tesis doctoral en Teología Espiritual, especializándose en espiritualidad infantil y salvatoriana. Presta sus servicios como director del Centro de Estudios Pastorales Divino Salvador (CEPDISAL), asesora el Instituto de Pastoral Juvenil de Venezuela (IPJV) y es docente de la Universidad Católica Andrés Bello en Ciudad Guayana.