Ideas para la meditación del Evangelio del vigésimo segundo Domingo del tiempo ordinario ciclo B (02-09-2012):
- El Evangelio de hoy nos presenta dos problemas: ¿son válidas las tradiciones? ¿de dónde viene el mal?
- Aún hoy en día, estas cuestiones siguen vigentes, pues se absolutizan posiciones que defienden ritos y tradiciones sin saber de dónde vienen, solamente porque las cosas han sido siempre así. No estoy diciendo que los ritos y tradiciones no sean necesarios ni válidos; al contrario. Los ritos y tradiciones nos ayudan a tener una identidad común como pueblo y como iglesia, pero entender de dónde vienen y porqué surgieron nos ayudan a vivirlos en su propio contexto. En el caso de la pureza o impureza de las manos presentado en el Evangelio de hoy, es claro que la razón inicial era por salubridad. El problema está cuando la limpieza de las manos se absolutiza y se le da un carácter sagrado, transformando en pecado una simple violación a una norma sanitaria (todos nosotros hemos escuchado al sentarnos a la mesa la pregunta “¿te lavaste las manos?”). De la misma forma sucede con los detalles litúrgicos hoy en día: algunos se hacen sin entender su sentido.
- Por lo tanto, la tradición no es mala, pero se debe comprender en su sentido más profundo.
- Por otra parte, los diez mandamientos nos ayudan a relacionarnos mejor entre todos. Son una medida objetiva del amor al prójimo. Por eso, no podemos estar jugando con ellos.
- Hoy Jesús también nos insiste en cuidar lo que hay dentro de nuestro corazón. Las condiciones externas a nosotros no son las que nos dictan el comportamiento que tengamos, somos nosotros mismos los que escogemos entre el bien y el mal. Ese es el sentido más profundo de la libertad humana. Así, la gente y la sociedad que nos rodea puede insinuarnos algunas tentaciones, pero la decisión de pecar o no es personal.
- Esta semana te invito a que veas con cuidado tus opciones y te des cuenta de lo que realmente hay en tu corazón.