Copio a continuación el artículo aparecido hoy en el “Correo del Caroní” donde me entrevistaron sobre las redes sociales y la educación.
Avances tecnológicos plantean serio desafío a enseñanza tradicional |
09 de enero 2012 |
Cada día aumenta el número de maestros o profesores que se quejan por la atención que prestan los alumnos a los aparatos tecnológicos y redes sociales en desmedro de la motivación a aprender en el aula de clase. |
![]() razocar@correodelcaroni.com Ilustración Darwin GómezLa distracción de los infantes en las clases es, en la actualidad, cada vez más común. Los niños encuentran mayor atracción en otras actividades que suelen captar la atención y motivación que se ve mermada en las horas de estudio, influyendo directamente en el rendimiento escolar. Las razones son diversas; sin embargo, para la doctora especialista en psicología infantil, María Auxiliadora Pernalete, esta situación es el resultado de la utilización de una metodología ordinaria para el desarrollo de la educación, ante un escenario de múltiples estímulos en el que están inmersas las nuevas generaciones. “La metodología que estamos utilizando en clases no es la más atractiva para los niños que ahora tienen una cantidad de estímulos diferentes. Estamos siguiendo con los métodos antiguos de dar clases; entonces, los niños no se interesan porque esa información no es atractiva para ellos. Tenemos que comenzar a cambiar la metodología de las clases; es decir, los profesores deben ser mucho más creativos y mucho más empapados de lo que está pasando con la juventud para que estén en la misma sintonía con lo que está pasando”. Cierto es, amplía la especialista, que los niños sí están aprendiendo muchas cosas. Son cada día más inteligentes y están más informados. Pero no están desarrollando los contenidos en los que deben formarse debido a que no se sienten interesados. Hay una falta de motivación, que se acrecienta cada vez más en el sistema educativo, derivado, en parte, a la relación profesor-estudiante. Se desmotiva el estudiante y, como resultado, también el profesor. “Hay una retroalimentación de lo negativo en esa dependencia”. Intervención web “La solución no sólo es innovar, sino darle al niño importancia e intervención en el proceso de aprendizaje. Y esta solución es más fácil con los padres. Lo que deben hacer es tratar de emocionarse ellos con el contenido y dárselo a los niños de una manera atractiva. Hay que prestarle atención a lo que dicen, mirarlos a la cara y mostrar interés por sus ideas, es decir, tratarlos como personas iguales es importante. Si los padres hacen esto y le explican el contenido de esta manera, los niños se interesarán más”. El tiempo que los padres comparten con sus hijos es, para Pernalete, fundamental en el desarrollo académico de los infantes, y aún más en una época de grandes avances tecnológicos y estímulos. “No importa que no sea tanto tiempo. En las comidas podemos inducir un diálogo con ellos, preguntarles. Es importante dedicarles un tiempo, así sea muy puntual, pero productivo”. Néstor Briceño, sacerdote especialista en E-learning (aprendizaje electrónico), considera que la desatención en clases y la concentración de los jóvenes en las fuentes tecnológicas, no son procesos ligados directamente. “No creo que haya una relación directa con la desmotivación de los estudiantes y la redes sociales. Estamos en un momento en el cual la evolución tecnológica hace que se presente muchísimos retos para los maestros en cuanto a qué estrategias usar para hacer más atractivo el proceso de aprendizaje-enseñanza”. Para el profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) la realidad es más simple: “Las redes sociales no son ni buenas ni malas, sino es el uso que se les dé”. Si se utiliza los avances tecnológicos para el beneficio del aprendizaje de los estudiantes, se puede captar con mayor rapidez a los jóvenes debido a que se usa las herramientas manejadas por ellos en sus tiempos libres. La administración de las fuentes tecnológicas es necesaria para educar a las nuevas generaciones; sin embargo, resalta, el uso de estas herramientas “no puede ser 100% abierto. Debe haber unas normas. Las redes sociales están influenciando la manera de relacionarse las personas”. Por esto, la alternativa más adecuada para Briceño es la educación y, como en todo, el proceso comienza desde la institución social principal: la familia. “Si en mi clase el muchacho usa el teléfono para comunicarse con el amigo o la novia, me está faltando el respeto como profesor. Es una falta de educación que inicia en casa. Si cuando el hijo llega y le cuenta a la mamá o al papá como le fue, estos están más interesados en el teléfono, ellos están modelando la conducta del hijo. O si permiten esta conducta en casa, ellos la verán como buena”. Nuevo nivel educativo “Estamos pasando de que los muchachos sean simples receptores de aprendizaje, a que los muchachos sean productores de contenidos de aprendizaje. Y ese es el mayor cambio que se está dando en este momento. Estamos sumergiéndonos en un modelo netamente constructivista; o sea, el chamo debe construir su aprendizaje. Esto se ve con mayor fuerza a nivel universitario”. Pero para los padres y maestros de los más jóvenes, el mayor reto y solución es dejar atrás el miedo por la tecnología. “A veces los adultos, como no somos nativos digitales; sino, lo que se dice inmigrantes digitales, porque no nacimos con ella, le tenemos miedo a esa tecnología. Y debemos saber que no es lo que la tecnología te da por sí sola; sino lo que la tecnología te facilita”, concluyó el especialista en E-learning.
– Adéntrese en las redes sociales. Deje atrás el miedo por la tecnología. – Coloque normas de usos para los espacios web. – Deje que el niño intervenga en el proceso de aprendizaje. Trátelo con respeto. – Dedíquele tiempo de calidad a los infantes. |